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    [author] => Calderón Rodríguez, José María / Vadillo Bello, Alfonso  (coordinadores)
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    [description] => En este volumen se presenta un conjunto de ensayos del Seminario Estructura de clases, hegemonía y sistema impositivo donde se dieron a conocer los avances de investigación del Proyecto "Estado y democracia en América Latina y el Caribe: estructura social, sujetos políticos y sistema fiscal", apoyado por la Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la UNAM. El Seminario tuvo lugar del 12 al 14 de noviembre de 2014 en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y en el Instituto de investigaciones Económicas de la UNAM.
A partir de 2013, José María Calderón Rodríguez y Alfonso Vadillo Bello, responsable y corresponsable, respectivamente, del PAPIITN308713 "Estado y democracia en América Latina y el Caribe: estructura social, sujetos políticos y sistema fiscal", dieron forma a este proyecto de investigación, mismo que han ido perfeccionando con nuevas observaciones y críticas. Se trató y se trata de una apuesta muy alta, pues aparte de ubicar este Proyecto en el ámbito de las relaciones entre Estado, sociedad y economía, también se pretende situarlo en el vasto universo multinacional y pluricultural de América Latina y el Caribe. El eje central es el tema de las relaciones entre Estado y democracia como sistema y régimen político, como complejo de relaciones culturales, económicas, políticas y sociales, así como el sistema fiscal como expresión de la correlación de fuerzas entre las clases y/o estratos que integran la estructura social y su efecto en la configuración central y determinante de una sociedad.
La hipótesis guía es que la hacienda pública es una expresión directa del grado de desarrollo social y del nivel de organización colectiva de una sociedad. El conocimiento del monto de los ingresos públicos, del gasto social, del uso del crédito y del endeudamiento hace posible elaborar una taxonomía materialista y no ideológica de una sociedad, de su estructura social, de sus instituciones y de sus mecanismos de articulación o desintegración política y cultural.
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A partir de 2013, José María Calderón Rodríguez y Alfonso Vadillo Bello, responsable y corresponsable, respectivamente, del PAPIITN308713 "Estado y democracia en América Latina y el Caribe: estructura social, sujetos políticos y sistema fiscal", dieron forma a este proyecto de investigación, mismo que han ido perfeccionando con nuevas observaciones y críticas. Se trató y se trata de una apuesta muy alta, pues aparte de ubicar este Proyecto en el ámbito de las relaciones entre Estado, sociedad y economía, también se pretende situarlo en el vasto universo multinacional y pluricultural de América Latina y el Caribe. El eje central es el tema de las relaciones entre Estado y democracia como sistema y régimen político, como complejo de relaciones culturales, económicas, políticas y sociales, así como el sistema fiscal como expresión de la correlación de fuerzas entre las clases y/o estratos que integran la estructura social y su efecto en la configuración central y determinante de una sociedad.
La hipótesis guía es que la hacienda pública es una expresión directa del grado de desarrollo social y del nivel de organización colectiva de una sociedad. El conocimiento del monto de los ingresos públicos, del gasto social, del uso del crédito y del endeudamiento hace posible elaborar una taxonomía materialista y no ideológica de una sociedad, de su estructura social, de sus instituciones y de sus mecanismos de articulación o desintegración política y cultural.
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Calderón Rodríguez, José María
Es sociólogo, politólogoy economista, SNI II miembro del Centro de Estdios Latioamericanos s de la FAcultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, tutor de los Programas de posgrado en Estudios Latinoamericanos y de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Vadillo Bello, Alfonso  (coordinadores)
Economista y poltólogo, SNI 1, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM.
    [toc] => Introducción 	 9
José María Calderón Rodríguez y Alfonso Vadillo Bello Los autores 29
ESTRUCTURA DE CLASES
La política fiscal: entre la disciplina macro y la flexibilidad micro	33
Alfonso Vadillo Bello
Fragilidad institucional y paramilitarización de la política.
El caso de México en el contexto latinoamericano 	47
Teresita Castro Escudero
Situación económico-política en Venezuela. Límites del progresismo en el marco de la crisis sistémica del capital 	67
Manuel Sutherland Mirabal
Retos y perspectivas del Caribe: una aproximación 	89
Beatriz Adriana Canseco Gómez
HEGEMONÍA
El estudio de la política fiscal como medio para el análisis y comprensión de las élites económicas y el ejercicio del poder en Centroamérica 	 105
Ricardo Barrientos
Importancia de las élites políticas de Nuevo León en los procesos de descentralización fiscal y electoral durante la década de los noventa.	125
Francisco Javier Navarro Campos
La elite del poder: consecuencias de una dominación cerrada y autoritaria 	 135
Omar Ernesto Cano Ramírez
Evolución y situación actual del endeudamiento subnacional en México	145
María Isabel García Morales
Pacto por México: miedo a la soberanía popular y domesticación de la democracia 	 155
Tania Modesta Martínez Cárdenas
El presidencialismo, la división de poderes y la fiscalidad en México 	 169
José María Calderón Rodríguez
SISTEMA IMPOSITIVO
Los frentes de batalla de la fiscalidad mexicana	 183
Alfredo Carlos Victoria Marín
Las entidades de fiscalización superior en América Latina y el Caribe. Un tímido esfuerzo para combatir la corrupción 	 197
Aurelio Acosta Villada
Inversión y renta petrolera en el financiamiento del déficit fiscal. El modelo Pidiregas, 1997-2008	 211
Francisco Mora Briseño
Fiscalidad y Estado de excepción: México 	 235
Sergio Cabrera Morales
RESEÑAS
Nicholas Shaxson, Las islas del tesoro. Los paraísos fiscales y los hombres que se robaron el mundo	 251
Andrés Emiliano Sierra Martínez
Jean de Maillard, et al. Atlas de la criminalidad financiera: del narcotráfico al blanqueo de capitales 	 261
Amiel Aketzali Moreno Reyes
Relaciones de poder y ciencia posnormal 	 273
Samary Palomares Sánchez
Conclusiones	 283
José María Calderón Rodríguez y Alfonso Vacíalo Bello
    [free_reading] => En este conjunto de ensayos presentados en el Seminario Estructura de clases, hegemonía y sistema impositivo damos a conocer los avances de investigación del proyecto PAPTIT IN308713, apoyado por la Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la UNAM. El Seminario tuvo lugar del 12 al 14 de noviembre de 2014 en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
A partir de 2013, José María Calderón Rodríguez y Alfonso Vadillo Bello, responsable y corresponsable, respectivamente, del PAPIIT 1N308713 "Estado y democracia en América Latina y el Caribe: estructura social, sujetos políticos y sistema fiscal", dimos forma a este proyecto de investigación, mismo que hemos ido perfeccionando con nuevas observaciones y críticas. Se trató y se trata de una apuesta muy alta, pues aparte de ubicar este Proyecto en el ámbito de las relaciones entre Estado, sociedad y economía, también pretendemos situarlo en el vasto universo multinacional y pluricultural de América Latina y el Caribe. El eje central es el tema de las relaciones entre Estado y democracia como sistema y régimen político, como complejo de relaciones culturales, económicas, políticas y sociales, así como el sistema fiscal como expresión de la correlación de fuerzas entre las clases y/o estratos que integran la estructura social y su efecto en la configuración central y determinante de una sociedad.
Nuestra hipótesis guía es que la hacienda pública es una expresión directa del grado de desarrollo social y del nivel de organización colectiva de una sociedad. El conocimiento del monto de los ingresos públicos, del gasto social, del uso del crédito y del endeudamiento hace posible elaborar una taxonomía materialista y no ideológica de una sociedad, de su estructura social, de sus instituciones y de sus mecanismos de articulación o desintegración política y cultural.
El sistema impositivo es también uno de nuestros anclajes materiales en sus más diversas, amplias y finas expresiones al poner de manifiesto la correlación de las fuerzas sociales que conforman y estructuran a la sociedad. En efecto, el sistema fiscal nos permite conocer quiénes ganan o quiénes pierden, quiénes se imponen o dominan sobre los demás; nos hace factible descubrir las formas escondidas de violencia socioeconómica que los grupos dominantes ejercen sobre los subalternos y nos ayuda a poner de manifiesto los mecanismos de resistencia social que son capaces de desplegar los grupos y/o clases subalternos, permitiéndonos seguir en el tiempo cuáles son las mutaciones, invisibles desde otras perspectivas, que se construyen en las relaciones entre la sociedad (incluidos los poderes fácticos) y el Estado como supuesta expresión legítima del interés general (López et al., 2010). En este contexto, constituye un inevitable desafío analizar la política fiscal para desentrañar los contenidos de clase del Estado, así como las formas a través de las cuales se despliega en y sobre los distintos intereses que conforman a las sociedades nacionales.
De ninguna manera podríamos pasar por alto que, como elemento subyacente, se encuentra la afirmación de Joseph A. Schumpeter (1918: 130-180) en el sentido de que en la estructura fiscal de una organización política se expresa el grado de civilización de una sociedad. En ninguna otra dimensión de las relaciones entre Estado y sociedad, las condiciones imperantes en el sistema fiscal denotan con mayor claridad las relaciones que prevalecen dentro de la sociedad y que se expresan, tanto en su estructura social como en las dimensiones objetivas que alcanzan sus relaciones internas de poder configuradas, estas últimas, en sus articulaciones político-democráticas y en el peso específico que la sociedad, su ciudadanía, ha adquirido históricamente frente al decisionismo estatal.
Un tema así nos exigió llevar a cabo un proyecto que rebasaba las capacidades de un investigador solitario, de manera que se imponía la necesidad de conformar un grupo de investigación con diversas formaciones disciplinarias y muy distintas experiencias en el campo de la investigación. Una operación así suena bien y parece fácil, pero exige alcanzar determinados acuerdos resultado del análisis y las discusiones sobre el objeto mismo y acerca del sentido, el significado y la importancia de llevar a cabo una investigación de esta naturaleza.
En principio partimos de dos puntos teóricos fundamentales: a) el objeto de estudio requería un enfoque interdisciplinario, aplicado por un equipo multidisciplinario con un marco conceptual compartido y, b) el tema tenía que ser abordado desde la historia y en términos tanto empíricos (no empiristas) como teóricos (no teoricistas), es decir, "establecer un punto de entendimiento de la sociedad desde adentro [...] de los procesos contradictorios de la vida social" (Harvey, 2009: 102).
Algunos antecedentes necesarios
Este proyecto se fundamenta en experiencias y resultados previos: por un lado, el Subproyecto Una cultura política para la democracia en América Latina y el Caribe (2005-2008) y, por el otro, el Proyecto PAPTIT 1N301510 Fiscalidad y democracia en México que concluyó en diciembre de 2012.' A ambos les antecede una investigación sobre el proceso de democratización en América Latina y el Caribe, que mostró la insuficiencia de limitar el análisis a lo estrictamente político-electoral.
Nuestro ámbito de observación se acota ahora entre la regulación keynesiana y la desregulación de los ochenta; con sus recurrentes crisis financieras de Japón 1990, México 1994, Rusia 1998, Brasil 1999, Argentina 2001 (Mántey, 2003), que se globalizan con los derivados subprime de la burbuja hipotecaria de Estados Unidos 2007-2008, dilatada en las crisis europeas.
Durante la regulación, Bretton Woods advertía efectos nocivos en la libre movilidad de capitales (Pivetti y Barba, 2010) y buscó evitar subordinar la producción al costo financiero privado. Las políticas del Banco Mundial (Bm) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) exigían restricciones monetarias, fiscales y de control al flujo financiero con el fin de alcanzar una estabilidad financiera internacional como entorno del Estado nacional, con el objetivo final de promover el empleo y el bienestar social.
En oposición a Bretton Woods y el New Deal, la crítica de los setenta adujo que la regulación distorsionaba el mercado financiero, inducía bajas tasas de interés, inhibía el ahorro y su flujo hacia la actividad productiva. A cambio del papel regulador del Estado postularon la eficiencia del mercado monetario exigiendo liberar tasas de interés para, decían, estimular el crédito, el crecimiento y la financiarización de la economía como signo claro de modernidad. Argüían que, además, se requería liberalizar la cuenta de capital y permitir el libre flujo financiero, eliminar el control de cambio y cualquier restricción.
En rigor, la liberación financiera tuvo un comportamiento contradictorio: implicó intereses más altos que aumentan el servicio y el monto de la deuda pública respecto del Producto Interno Bruto (KB) (Bhaduri, 1998; Tavares, 1997), constriñó al gobierno a buscar mayores ingresos primarios para cubrir el incremento de sus pagos y, además, impuso conceder exenciones fiscales y regímenes especiales a favor del capital para "atraer inversiones".
Aumentar ingresos con impuestos directos (al ingreso) e indirectos (al consumidor) reduce el nivel de salarios, severamente afectados por la política antiinflacionaria que les impone crecer menos que la productividad, aunado al sacrificio fiscal que reduce el gasto social e indirectamente el salario real (UNCTAD, 2011). Además, si la liberalización financiera impone una específica composición y nivel de la carga fiscal, entonces, ceder en materia monetaria a favor de la movilidad financiera, implica también ceder soberanía fiscal.
Nuestras investigaciones anteriores indican que el análisis de la crisis actual no puede desligarse del sistema y la política fiscales, ni de sus efectos en la democracia y la ciudadanización. La indagación interdisciplinaria de estas conexiones sería la principal aportación de esta investigación.
Además, se impone precisar cambios subyacentes en la estructura social, la representación política y el sistema de partidos (Dahl, 1980), así como en las tendencias de gobiernos globales y globalizantes en sintonía con la mutación industrial al posfordismo (Gallino, 2000; Stirati, 2008), que han modificado el papel del Estado y cambiado los fines de la política fiscal.
Indagar el proceso democratizador -hasta donde ha sido posible- puso al descubierto un amplio campo de problemas que obliga a analizar a fondo las experiencias sociales, políticas, económicas y culturales de América Latina en el contexto global. Profundizar el análisis de los cambios de la estructura social, su relación con la distribución del ingreso y la política económica, en especial la fiscal (en México dependiente del petróleo), y la prerrogativa del Estado para redistribuir riqueza, que exhibe una creciente inequidad, desempleo y secuelas de marginación y vulnerabilidad social con efectos electorales y en la conformación de la esfera política.
Rigurosos estudios sobre la crisis en curso (Pivetti y Cesaratto, 2012; Stiglitz, 2002; Krugman, 2009 y 2012) y acerca del tema del Estado y la política (Migdal, 1988; Majone, 2003) han dado origen a una amplísima bibliografía que -junto a las teorías clásicas- nutren la investigación teórica y orientan la indagación empírica de nuestro grupo de investigadores.
La relevancia del sistema y la política fiscales sugiere la necesidad de precisar aún más la estrecha relación entre economía y política, entre mercado y democracia, y las crecientes contradicciones que concurren al conspicuo contraste entre la creciente capacidad productiva y una demanda cada vez más insuficiente (cuyas causas esbozamos adelante); junto a otros contrastes que solicitan ulteriores indagaciones para explicar nuevas interrelaciones histórico-conceptuales entre el Estado y una sociedad civil cada vez más compleja (Luhmann, 1975; Castells, 1988).
Nuestros resultados previos permiten arriesgar que el llamado neoliberalismo es "el discurso hegemónico de un modelo civilizatorio" (Lander, 2000: 11-12), afín a la noción de democracia como pura competencia por el poder (Schumpeter, 1996; cfr. Cerroni, 1979) que predomina en nuestra región desde los ochenta, imponiendo la teoría del Estado mínimo de Hayek (1978; cfr. Pop-per, 1981); o sea, una política fiscal de gasto social mínimo; conformando una estructura impositiva a favor del poder económico que no es, como pretende el discurso oficial, un resultado puramente "técnico" entre medios y fines -que de hecho se invierte- (Cerroni, 1995: 25), sino una lógica de poder que es necesario desentrañar, entender sus particularidades, para explicar su funcionamiento actual, no reducible a la contraposición entre la presunta eficiencia privada frente a la administración pública.
De la crisis financiera a la mutación histórico-social del capitalismo
La grave crisis financiera está mostrando que no se trata sólo de una crisis económica de la globalización neoliberal sino de profundas mutaciones histórico-sociales que cimbran las estructuras políticas, institucionales y culturales, y exhiben graves contradicciones del modelo en curso. Un ejemplo de tales contradicciones es el señalado contraste entre la imponente capacidad productiva actual, impulsada por el avance científico-técnico, y la continua reducción de la demanda efectiva incapaz de absorber la oferta potencial; explicable, en parte, por el desempleo tecnológico, en parte por la reducción de los salarios reales a cambio de créditos impagables (Pivetti y Barba, 2010), y en parte, de acuerdo con nuestro tema central, por la obsesión en el sacrificio fiscal que inhibe el gasto en infraestructura social y productiva: única vía capaz de garantizar el mayor tenor de vida posible a las futuras generaciones.
Antes de las políticas de austeridad fiscal, el sistema fiscal era un medio con fines sociales (UNCTAD, 2011) que resultó inadecuado para un modelo empeñado en aumentar al máximo las ganancias corporativas trasnacionales, al proclamar su eficiencia y prometer el mejor de los mundos, contradictoriamente, a costa del salario y el empleo, provocando la insuficiencia de la demanda.
Además, la nueva tecnología impone crecientes niveles de educación (especialmente instrucción), en contraste, erosiona incluso el empleo profesional altamente calificado (Vadillo, 2010). El hard-soft de la computadora es un medio de producción y al mismo tiempo -a diferencia de los medios de la producción industrial- una mercancía de consumo final, que ha modificado la comunicación social, los vínculos y los valores culturales que prevalecían hasta hace sólo dos décadas. Se observa crecer un sistema de autómatas cada vez más articulado, con alto contenido de soft, que tiende a autodirigirse con base en el trabajo intelectual cristalizado en programas digitales; en contraste, persiste nuestra incapacidad humana de autocontrol social (Vadillo, 2010).
Éstas y otras contradicciones inapelables -que la crisis de Europa dibuja con nitidez- están presentes en nuestro subcontinente. Autorizados analistas (Stiglitz, 2010; Krugman, 2009; Lavoie, 2004) sostienen que la crisis actual y sus dilemas derivan de la pretensión de imponer en el mundo una forma única, homogénea, de democracia y una singular concepción antiEstado del Estado, que frena el avance democrático, condiciona el desarrollo de la vida ciudadana y se condensa en un específico modelo de fiscalidad impuesto por la liberalización financiera.
No podemos pasar por alto que el proceso de formación del capitalismo no es homogéneo y que hay saltos de calidad que conllevan relaciones sociales más complejas, que exigen análisis más refinados y precisos. Estas rupturas han llevado a rupturas periódicas del capitalismo (Calderón y Vadillo, 2013), a rupturas de su módulo operativo (Vadillo, 2015: 9-10) que conlleva a una
"contracción de la actividad productiva que comprime las tasas de ocupación y presiona a la baja a los salarios reales" (Sotelo, 2014: 15).
Con el fin de superar el estancamiento, los gobiernos de los países desarrollados de Estados Unidos y la Unión Europea estimularon el ilimitado crecimiento de las actividades financieras que, como señalamos antes, se sintetizan en la producción de dinero ficticio. Este peculiar proceso productivo se basa en la creación de dinero inexistente a través del crédito, tanto por medio de la espectacular difusión de títulos totalmente divorciados de la economía real, como es el caso de los "derivados", con los cuales no es posible llevar a cabo ninguna compraventa de bienes o servicio (Pivetti y Cesaratto, 2012) por lo que son, en cierta medida, como billetes de lotería. Empero, ya que pueden venderse o transformarse en moneda, representan una nueva forma de dinero que junto con la creación ilimitada de dinero mediante el crédito ha invadido el mundo, haciendo imposible establecer cuánto dinero hay en circulación, excepto la ridícula cuota (un bajo porcentaje) de moneda, papel moneda y de dinero electrónico creado por los bancos centrales. El problema radica en que el dinero creado de la nada puede ser rápidamente convertido en bienes y servicios reales, pero con la misma velocidad puede desaparecer en cualquier momento, como sucedió entre febrero y octubre de 2008. No habría que olvidar que el poder de emitir dinero fue una de las fuerzas fundamentales del Estado. Haberlo dejado en 9/10 partes y durante años en manos de la banca privada, favoreciendo su expansión, es una de las razones que está disolviendo la economía mundial.
La política ha concedido a las finanzas, desde tiempos lejanos, un poder desmesurado. A partir de los años cincuenta del siglo pasado, se habló de la formación del "complejo militar-industrial" al referirse a los estrechos vínculos económicos, políticos e ideológicos que en las sociedades avanzadas se establecieron entre las fuerzas armadas y las grandes empresas industriales. De los años ochenta a hoy bien se podría hablar de un complejo político-financiero y de medios de comunicación (Arroyo, 2014: 203 y ss.) por las fuertes ligas que se han establecido entre finanzas y política, tanto en las economías más avanzadas como en las llamadas economías emergentes.
En todos los países de la región, estas modificaciones implican cambios sustanciales en la correlación de fuerzas entre las clases y conllevan una ofensiva capitalista animada por la caída de la Unión Soviética y la aparente inexistencia de una opción clasista capaz de oponérsele. ¿Qué hacer? Vuelve a ser una pregunta fundamental, como en su tiempo la planteara Lenin frente a la ofensiva capitalista que condujo a la primera Guerra Mundial. En primer lugar, la tarea urgente es ubicar quién gana y quién pierde bajo estas circunstancias. Ganan las fracciones del capital vinculadas al capital especulativo ligado a la banca y las finanzas. Ganan también, aunque en forma secundaria, las fracciones del gran capital monopólico industrial y, por último, los sectores del capital monopólico extranjero ligados a la industria y al capital financiero transnacional estadounidense. Éste es el bloque hegemónico que domina los movimientos del capital en México, controla las instituciones políticas y judiciales y orienta la política cultural en los grandes medios de comunicación de masas, en consonancia con los intereses estratégicos transnacionales mexicanos y estadounidenses.
¿Nueva correlación de fuerzas entre las clases?
En este contexto histórico y bajo esta correlación de fuerzas entre las clases, el Partido Revolucionario Institucional (PRO) se impuso legalmente en las elecciones federales de 2012, no obstante el uso ilegal de recursos económicos públicos y privados, e intenta legitimarse socialmente poniendo en marcha un ambicioso plan de reformas en un amplio abanico de áreas estratégicas: trabajo, educación, política fiscal, telecomunicaciones y energía. Este proyecto plurirreformista fue aprobado, casi sin discusión, por las dos cámaras del Congreso federal y por las dos terceras partes de las legislaturas locales, pues implicó modificaciones constitucionales que han desnaturalizado la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, producto de la lucha armada de 1910-1917 y fundamento legal de las transformaciones sociales de los decenios posteriores, al tiempo que aplastó al ya de por sí precario federalismo existente. El proyecto de reformas continúa y profundiza las reformas liberales iniciadas en 1985 bajo los gobiernos priistas de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, continuadas por los de Vicente Fox y Felipe Calderón del Partido Acción Nacional (PAN) y propuestas con una mayor radicalidad y profundidad por el gobierno, nuevamente en manos del PRI, de Enrique Peña Nieto.
Los análisis que estamos llevando a cabo con un uso pertinente y conciso de información cuantitativa nos muestran las implicaciones que tendrán las reformas neoliberales de 2013-2014 al acentuar la reapropiación privada nacional y transnacional de los recursos energéticos del país, por lo que se tenderá a ampliar los procesos de concentración y centralización del capital, consolidar y fortalecer las medidas favorables a la privatización del suelo y del subsuelo acentuando la marginación, la informalidad y la exclusión socioeconómica de millones de trabajadores.
Simultáneamente se reducen las libertades civiles y se fortalecen los mecanismos de control autoritario, policiaco y centralizador. Éste es precisamente el signo dominante del neoliberalismo en México: concentración de la riqueza en un núcleo muy estrecho de propietarios de capital, 20% de la población que representa el mercado interno nacional y millones debatiéndose entre la pobreza y la pobreza extrema con jornadas que exigen cada vez más horas de trabajo para adquirir la canasta básica (Sotelo, 2014: 87-89, 91-95, 97-99), de manera descarnada, sin falsas ilusiones, una realidad nacional caracterizada por un modelo económico que se ha impuesto desde hace tres décadas favoreciendo al gran capital nacional y transnacional con la participación activa y decidida del Estado y sus instituciones y los instrumentos de dominación que operan en el ámbito de la comunicación y la cultura.
Las contradicciones de las políticas en curso plantean preguntas sobre el futuro que las disciplinas sociales deben responder con análisis científicos, necesarios para orientar el diseño de políticas viables y sustentables con perspectiva de bienestar social ciudadano: fin esencial de la democracia.
Temas y problemas
Este libro lo hemos dividido en cuatro grandes apartados: Estructura de clases, Hegemonía, Sistema impositivo y Reseñas. En Estructura de clases contamos con varias colaboraciones: el artículo de Alfonso Vadillo Bello, "La política fiscal: entre la disciplina macro y la flexibilidad micro", analiza la política económica de los últimos 30 años que gira en torno a la llamada atracción de capitales. Muestra que se basa en dos nociones elementales: 1) la disciplina presupuestaria del sector público que induce una política fiscal regresiva, y 2) la flexibilidad laboral que erosiona el salario real. Ambas iniciativas tejen un discurso cuyas contradicciones lógicas se implementan en la práctica con graves efectos sociales y políticos.
El ensayo de Teresa Castro Escudero, "Fragilidad institucional y paramilitarización de la política. El caso de México en el contexto latinoamericano", muestra que, mientras se aprueban las leyes secundarias para la explotación del petróleo y con ellas el virtual desmantelamiento de la soberanía nacional sobre los recursos naturales, se vislumbra una profundización de las turbulencias sociales que nos vienen afectando. Entretanto, el precio del petróleo cae poco más de 60% y el gobierno ajusta a la baja el presupuesto 2015, y aunque es incierto aún cómo se verá afectado el gasto social y los rubros que se verán más impactados (educación y salud), lo que si se pronostica con mayor precisión son sus repercusiones en el ya de por sí afectado sector agrario -especialmente desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994-, pues se calcula que unos 4 000 núcleos agrarios de propiedad social serán enajenados y expropiados a favor de las transnacionales petroleras.
La propuesta de Manuel Sutherland Mirabal, "Situación económico-política en Venezuela. Límites del progresismo en el marco de la crisis sistémica del capital", nos ofrece una lectura inédita de la experiencia del socialismo del siglo xxi.
Los ligeros auges en el PIB de algunos países capitalistas de gran desarrollo industrial y el alto crecimiento económico de países de menor desarrollo industrial, no parecen aplacar los efectos tremendamente nocivos para la clase obrera, que conlleva el actual ciclo depresivo del capital. En ese marco, es menester analizar el comportamiento estructural de la economía venezolana y ver cuáles han sido las medidas que el gobierno bolivariano (como líder mundial de los países llamados progresistas: Bolivia, Ecuador, etc.) ha tomado en el marco del desarrollo cada vez más virulento de la crisis sistémica del capital.
Para hablar de la estructura social venezolana, es absolutamente indispensable hablar de la renta petrolera como el corazón esencial de la relación social capitalista que organiza el trabajo en el país. Esto permite explicar que a pesar de las grandes nacionalizaciones que ha realizado el gobierno bolivariano (telefonía, electricidad, cemento, hidrocarburos), casi 70% del PIB pertenece al sector privado.
En la investigación intentaremos demostrar la urgente necesidad de socializar los grandes medios de producción, dirigirlos de manera democrática y planificada. Pero ello obliga también a destruir las cadenas de explotación nacional e internacional como vía para lograr el bienestar de la población.
La revisión que lleva a cabo Beatriz Adriana Canseco Gómez en su ensayo "Retos y perspectivas del Caribe: una aproximación", nos acerca a una realidad poco conocida en México y, en general, en los varios países de América Latina. Esta circunstancia exige construir una primera visión de conjunto sobre la complejidad geográfica, económico-social y político-cultural del Caribe.
El Caribe es la puerta de entrada al continente, por ello desde la conquista española ha sido objeto de codicia por parte de los países imperialistas debido a su posición geográfica y a su naturaleza privilegiada. Juan Bosch lo definió como una "frontera imperial" pues las fronteras españolas no estaban, en el doble sentido militar y económico, en la península ibérica sino en el Caribe.
Antes de entrar en la materia que nos ocupa en este PAPIIT1N308713, este ensayo pretende responder a varios retos: el primero es definir ¿qué es el Caribe?, ¿es una invención imperialista estadounidense u obedece a una lógica autónoma de los varios países que conforman la región? ¿Qué países lo conforman? ¿La respuesta estará más bien en función de desde dónde se aprecie la región?: ¿desde una perspectiva histórica?, ¿etnocultural?, ¿de acuerdo con el modelo de colonización al que fueron sometidos sus territorios (inglés, francés, holandés, hispano)? o ¿desde un ángulo geoeconómico y geopolítico?
Un segundo reto es llamar la atención sobre el carácter sui generis del Caribe, pues hay más de una docena de territorios que se encuentran sometidos a diversas formas de dominación colonial (Francia: Cayena, Martinica y Guadalupe, Saint Marteen; Estados Unidos: Islas Vírgenes y Puerto Rico; Gran Bretaña: Anguila, Bermudas, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Monserrat e Islas Turcas; y Holanda: Aruba, Bonaire, Curazao, Saint Marteen), por lo que podemos afirmar que nos encontrarnos ante una región que está fragmentada y en donde el proceso de descolonización aún no ha terminado.
En el apartado de Hegemonía destacamos varios ensayos. El análisis de Ricardo Barrientos, "El estudio de la política fiscal como medio para el análisis y comprensión de las élites económicas y el ejercicio del poder en Centroamérica", nos permite tener un acercamiento innovador a las relaciones político-económicas de la región centroamericana. En los últimos años, especialmente después de la gran recesión global de 2008 y 2009, la política fiscal en Centroamérica se ha enfocado en la búsqueda de soluciones de corto plazo para resolver las deficiencias coyunturales que presentan los presupuestos de los países y a crear condiciones que traten de preservar la sostenibilidad fiscal, en especial en la administración de la deuda pública.
Paralelamente a la difícil situación fiscal, varios países de la región han experimentado tasas de crecimiento económico muy limitado, lo que condiciona el aumento de los ingresos tributarios y, en muchos casos, las posibilidades de ejecución de políticas públicas debido a que reduce los recursos estatales disponibles para combatir la pobreza y dar respuesta a los problemas sociales.
Los últimos pronósticos de crecimiento (CEPAL) revelan que los países de la región experimentarán tasas reales promedio de crecimiento económico del orden de 4.1% durante 2014. Sin embargo, dicha cifra esconde realidades diferentes con tres tendencias fácilmente observables. En primer lugar, Panamá y Nicaragua tendrán incrementos del PIB del orden de 6.7 y 5%, respectivamente, y que, aunque siguiendo estrategias diferentes, se han convertido en los países de más rápido crecimiento en la región. En segundo lugar, están los países de crecimiento medio, Costa Rica y Guatemala, que presentan pronósticos del orden de 4 y 3.5%, respectivamente. En estos países se encuentran estructuras productivas con cierto grado de agotamiento, en especial por la necesidad de reconvertir industrias fuertemente sesgadas hacia la exportación. Por último, Honduras y El Salvador serán los países de crecimiento más bajo en la región con pronósticos de 3 y 2.3% de aumento del PIB. Estas economías muestran muchas rigideces, especialmente en la parte de la inversión pública, derivado de la acumulación de déficits fiscales significativos en el pasado y rápidos aumentos del endeudamiento público.
En materia fiscal, la mayoría de los países centroamericanos padece una debilidad crónica en sus cargas tributarias, hecho que dificulta severamente que sus presupuestos constituyan instrumentos de desarrollo efectivo. Como atenuante, la región alterna entre sustituir fuentes de financiamiento para el gasto público, realizando nuevo endeudamiento o, simplemente, contraer el gasto para evitar el incremento del déficit fiscal. En ambos casos, la precariedad en los ingresos corrientes tiene un efecto negativo sobre la sostenibilidad fiscal de mediano y largo plazos y sobre la gobernabilidad de los países.
La contribución de Francisco Javier Navarro Campos, "Importancia de las élites políticas de Nuevo León en los procesos de descentralización fiscal y electoral durante la década de los noventa", nos permite entender cómo las élites políticas en dicho estado se consolidaron como sujetos sociales capaces de incidir en las trayectorias de las políticas federales, a partir de los procesos de descentralización fiscal y electoral que conformaron ordenamientos institucionales, políticos y económicos acordes con las transformaciones en el orden internacional. De ahí la importancia de conocer cómo se constituyeron los procesos de descentralización fiscal y electoral en los gobiernos de Nuevo León como proyectos políticos y económicos que influyeron en la institucionalización de leyes y prácticas orientadas a la acumulación-explotación del capital y el dominio de la gobernabilidad democrática durante la década de los noventa.
El ensayo de Omar Ernesto Cano Ramírez, "La élite del poder: consecuencias de una dominación cerrada y autoritaria", nos ofrece una aproximación objetiva a la reconstrucción de lo que ha sido el Estado moderno capitalista, invitándonos a abandonar las definiciones del Estado propias de juristas y politólogos funcionalistas. Para tal fin nos propone reconstruir el Estado en su genotipo histórico, en términos de la formalización adquirida desde los inicios de la modernidad, como la gran estructura de poder susceptible de ser conquistada por diversas fuerzas sociales que compiten entre sí. Aquí se usan dos definiciones del Estado real.
El artículo de María Isabel García Morales, "Evolución y situación actual del endeudamiento subnacional en México", nos adentra en uno de los grandes problemas del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal. En México se ha observado un aumento considerable del endeudamiento público de estados y municipios desde 2006, el cual se disparó en 2009. Esta circunstancia tiene varias explicaciones: desde la falta de crecimiento económico hasta la configuración del sistema de coparticipación fiscal entre la federación, los estados y los municipios.
El problema del endeudamiento subnacional no es nuevo; empero, se ha convertido en un problema mediático a partir de que el gobierno federal, en manos del PAN, denunció en 2011 al gobernador del estado de Coahuila, Humberto Moreira, perteneciente al PRI, de sobreendeudamiento público. Este escándalo destapó otros casos de estados en esta misma situación.
En este sentido, este trabajo tiene la finalidad de explicar la evolución del actual endeudamiento de los estados y municipios en México, principalmente a partir de 2006, además de señalar las modificaciones al artículo 9 de la Ley de Coordinación Fiscal. La hipótesis que guía este trabajo es que esta normatividad incentiva el aumento del endeudamiento público.
El artículo de Tania Martínez Cárdenas, "Pacto por México: miedo a la soberanía popular y domesticación de la democracia", toca un tema esencial del proceso de democratización de la sociedad mexicana. "La democratización de una sociedad -nos recuerda Beatriz Stolowicz- se mide por la capacidad que tienen las mayorías para decidir con autonomía sobre su presente y sobre su futuro" (2012: 127). En México, a medida que fue tomando lugar la alternancia del poder político, justo cuando el voto logró ser un auténtico mecanismo de elección, se supuso que los ciudadanos comenzarían a influir en el poder público. Sin embargo, a más de 10 años de que se produjo la alternancia en el Poder Ejecutivo federal, hoy ningún ciudadano promedio comparte la idea de que las elecciones son un mecanismo para decidir un cambio en favor de las mayorías.
En efecto, a pesar de las grandes expectativas que produjo la transición entre amplias capas de la población mexicana, en las últimas décadas el país ha experimentado una gran contradicción. A medida que la democracia electoral muestra mayor durabilidad, las mayorías ciudadanas se sienten poco o nada representadas. Peor aún, entre una parte importante de la población permea la impresión de que el ejercicio del sufragio se ha convertido en un mecanismo legitimador de un orden contrario a su bienestar, el cual ha sido operado por el sistema de partidos vigente.
El ensayo de José María Calderón Rodríguez, "El presidencialismo, la división de poderes y la fiscalidad en México", pone en evidencia un problema histórico de la cuestión fiscal nacional. En efecto, los diversos intentos por llevar a cabo una reforma fiscal que permita cumplir al Estado mexicano sus funciones históricas, ponen en evidencia de manera casi paradigmática la forma en que se traduce institucionalmente la correlación de fuerzas en la estructura social de clases y la influencia y poder de algunas de ellas en las instancias decisorias del sistema político de México. Si el presidencialismo del periodo revolucionario favoreció las reformas promotoras del bienestar de las grandes mayorías de la sociedad mexicana, hoy, ante una correlación de clases favorable a los grandes capitales nacionales y transnacionales, las reformas favorecen a sus intereses.
En la sección Sistema impositivo ponemos de relieve un conjunto de problemas a este respecto insoslayables. El ensayo de Alfredo Carlos Victoria Marín, "Los frentes de batalla de la fiscalidad mexicana", discute que el fortalecimiento de la hacienda pública federal y local no ocurrirá en tanto no haya un cambio en el modelo económico imperante, ya que los patrones de desigualdad que se reproducen al interior de cada entidad federativa son el resultado de la naturaleza socialmente excluyente sobre la cual se han construido en los últimos 30 años. Los procesos de desestructuración de las finanzas públicas se inscriben en un contexto de profundización de la desregulación financiera sin precedentes, donde el estancamiento económico global de largo plazo y la incapacidad del Estado mexicano para construir una fiscalidad de corte progresivo y enfocada a la acumulación endógena de capital, constituyen sendos riesgos para el afianzamiento de políticas económicas y sociales redistributivas del ingreso.
La propuesta de Aurelio Acosta Villada, "Las entidades de fiscalización superior en América Latina y el Caribe. Un tímido esfuerzo para combatir la corrupción", propone un cambio de óptica respecto a la fiscalización. En el mundo contemporáneo las entidades de fiscalización son la primera línea de defensa de la sociedad en contra de la corrupción y de sus prácticas; principalmente porque éstas tienen como finalidad dos de las funciones transcendentes del ciclo administrativo de las finanzas públicas: la revisión y evaluación de sus actividades y la auditoría gubernamental. En América Latina, 54% de la población confía en la efectividad del papel del Estado para erradicar la corrupción; sin embargo, este porcentaje es más bajo comparado con la percepción de la capacidad del Estado para solucionar otros problemas, como la delincuencia (61%), el narcotráfico (57%) y la pobreza (55%).
Francisco Javier Mora Briseño nos plantea, en "Inversión y renta petrolera en el financiamiento del déficit fiscal. El modelo Pidiregas, 1997-2008", un proyecto de investigación que se deriva fundamentalmente de una línea de trabajo y estudio sobre el sector petrolero desarrollada en la Unidad de Evaluación y Control (UEC), de la Cámara de Diputados. El propósito de ésta es revisar y analizar algunos temas críticos sobre la fiscalización superior en México y en el mundo relativos a la administración y operación de las finanzas gubernamentales y, en particular, sobre el financiamiento de la inversión de la infraestructura petrolera en México y su efecto en el balance financiero del sector público. El análisis del esquema financiero de los Proyectos de Infraestructura Productiva con Impacto Diferido en el Registro del Gasto (Pidiregas) resulta de gran trascendencia desde el punto de vista de las finanzas públicas y de su revisión fiscalizadora por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF). Este esquema operado por Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) surge de la imposibilidad de financiar en el sector público proyectos de inversión de larga maduración en un periodo donde había escasez de recursos presupuestarios y el país enfrentaba el cierre del mercado internacional de crédito, esto es, en los años posteriores a la crisis de pagos de 1994-1995.
El artículo de Sergio Cabrera Morales, "Fiscalidad y Estado de excepción: México", toca un tema fundamental en la actual coyuntura económica y política mexicana. La crisis iniciada en 2007, pero sobre todo la respuesta de los gobiernos del mundo desarrollado, así como la de las posiciones de los sectores más poderosos, han puesto a la orden del día reformas en lo económico, político y social en el mundo entero. Esto obliga a reflexionar sobre la función de dichas reformas, de manera particular en México a partir del año 2012. Estas reformas, sin ser idénticas a las emprendidas en los años ochenta, tanto por su forma y contenido, vuelven a ser una razón de Estado. Éstas han sido un mecanismo para acelerar la mutación de las funciones y mecanismos del Estado que, junto a los cambios económicos, han jugado un papel decisivo en su efecto y magnitud en lo social y en lo político, y de alta influencia en la democracia.
El último rubro, Reseñas, lo dedicamos a revisar algunos libros relevantes publicados recientemente sobre temas fiscales que merecen una creciente atención. Así, Andrés Emiliano Sierra Martínez llevó a cabo una reseña crítica sobre el libro de Nicholas Shaxson (2014), Las islas del tesoro. Los paraísos fiscales y los hombres que se robaron el mundo, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.
En Las islas del tesoro, Nicholas Shaxson presenta un profundo y detallado análisis sobre la relación entre los paraísos fiscales, las crisis económicas y los obstáculos al desarrollo estable de un gran número de naciones. Actualmente, más de la mitad del comercio internacional pasa por paraísos fiscales. De manera que el offshore, el sistema extraterritorial, tiene una fuerte presencia en todas partes del planeta. De acuerdo con la organización Oxfam y con la Red de Justicia Fiscal, los paraísos fiscales esconden trillones de dólares de los individuos más ricos del planeta. Para el autor es evidente que los paraísos fiscales están ocupando un papel muy importante en la dinámica económica internacional, y que se han extendido para alcanzar con sus redes de influencia prácticamente a todo el planeta. La mundialización, como transformación política y proceso económico, no podría entenderse si no se toman en cuenta los paraísos fiscales. Por esta razón, Shaxson señala que se deben estudiar y comprender como algo más que unas islas pequeñas donde los mafiosos evaden impuestos. Es importante entender qué son, cómo operan y dónde se encuentran los paraísos fiscales.
Por su lado, Amiel Aketzali Moreno Reyes revisó el libro de Jean de Maillard et al. (2002), Atlas de la criminalidad financiera: del narcotráfico al blanqueo de capitales. Este libro se publicó originalmente en 1.998 con el título Un monde sans loí: la criminalité finaciére en images. De Maillard lo escribió con la colaboración de importantes fiscales y jueces, entre los que destacan: Bernard Bertossa, Benoit Dejemeppe, Antonio Gialanella y Renaud Van Ruymbeke. Asimismo, la edición contó con un prólogo de Eva Joly y Laurence Vichnievsky, jueces de París. También es importante resaltar que el libro fue pensado y construido para contener ilustraciones alusivas al tema tratado: mapas, gráficas, ejemplos visuales, entre otros. La elaboración de estas imágenes corrió a cargo del ilustrador francés Pierre-Xavier Grézaud.
La edición en lengua española, publicada en 2002, la elaboró Ediciones Akal y la traducción estuvo a cargo de Nicolás Campos Plaza. Esta edición es relevante porque pone a disposición de los hispanoparlantes el análisis de un tema de consecuencias mundiales. En efecto, la criminalidad financiera es una cuestión que compete no sólo a gobiernos europeos o a administradores de justicia. Tan importante asunto merece, por el contrario, una atención especial de los científicos sociales y de la población en general.
Por último, Samary Palomares Sánchez reflexiona sobre Relaciones de poder y ciencia posnormal. Este trabajo trata las relaciones de poder que atraviesan el quehacer científico, en especial cuando éste sirve como sustento para la toma de decisiones políticas, sociales y económicas. En primer lugar, introduce el concepto de ciencia para explicitar cómo éste nace mediado por relaciones de poder, tomando como principal referente las reflexiones de Michel Foucault. La ciencia posnormal hace énfasis en los conceptos de riesgo e incertidumbre, con el fin de dimensionar claramente el carácter político que rodea a la ciencia y ejemplificar su aplicación en temas como los vinculados con la implementación o no de cierta tecnología.
De esta manera, con este conjunto de ensayos, resultado de los avances de investigación del proyecto PAPIIT 1N308713, intentamos dar a conocer las perspectivas temáticas que en el ámbito espacial de los países de América Latina y del Caribe estamos llevando a cabo. Con ese objetivo, contamos con la participación del investigador Ricardo Barrientos del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), del doctor Manuel Sutherland de la Universidad Bolivariana de Venezuela y del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO) y del doctor Juan Castaingns de la Universidad Autónoma Metropolitana, Iztapalapa. El resto de los trabajos aquí presentados en las varias mesas redondas estuvieron a cargo de los profesores y estudiantes integrantes del Proyecto.
Agradecemos el apoyo de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA), del personal administrativo del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) y de las autoridades académicas del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) por su apoyo para la realización de este Seminario.
Dedicamos nuestros esfuerzos intelectuales a los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Su martirio es el más poderoso ariete contra el dominio de los menos sobre los más. En efecto, los más humildes, los más excluidos, los más marginados, los más reprimidos, los desaparecidos, los borrados de nuestra historia, los sin nombre que no son más dueños que de su anonimato, dan origen a la crisis sociopolítica y de gobierno de mayor profundidad y alcance telúrico desde 1968 y ponen de manifiesto la existencia sin mediaciones de un sistema político de relaciones autoritarias, clientelares, patrimonialistas, discrecionales, excluyentes y de impunidad que ha derivado en un Estado criminógeno que ha hecho del asesinato, la tortura, la ejecución sumaria, la criminalización de la protesta y de la desaparición forzada una estrategia sistémica de eliminación de cualquier forma de expresión que ponga en tela de duda su ejercicio de dominación. No estamos ante una dictadura perfecta, sino ante un Estado totalitario que desde el Poder Ejecutivo ha absorbido todas las instituciones: el Poder Legislativo, el Poder Judicial, los partidos políticos, los medios de comunicación, los poderes fácticos.
José María Calderón Rodríguez Alfonso Vadillo Bello
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